El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero acudió el sabádo 22 junio 2013 a un acto en las afueras de París del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) en el que ante 100.000 participantes criticó la falta de libertades del régimen de Teherán e insistió en que hay que combatir la discriminación de las mujeres.
Dijo: “El futuro de la democracia en Irán está en manos del pueblo iraní y esto significa por supuesto que está en vuestras manos.”
Y continuó: “No pueda ver primavera hasta que todas las mujeres, tengan su parte en la historia. Por ello, el papel tan importante que las mujeres desempeñan en la oposición iraní es una señal de la fuerza de su movimiento y es muy alentador, felicidades señora Maryam Rajavi por llevar este movimiento.”
También expresó preocupación por la situación de los refugiados iraníes en el campamento Liberty en Irak y pidió su regreso al Campo Ashraf “Quiero expresar mi preocupación más profunda de la falta de seguridad que existe en el campo libertad. Y apoyar la reivindicación de los residentes de volver al campo Ashraf.”
Texto completo del discurso de José Luis Rodríguez Zapatero 22 junio 2013
Es un honor para mí compartir este momento hoy con la comunidad iraní fuera de Irán. Y estoy aquí para compartir vuestras aspiraciones, vuestros sueños y vuestros objetivos. El pueblo persa no merece menos.
El futuro de la democracia en Irán está en manos del pueblo iraní y esto significa por supuesto que está en vuestras manos. Vuestra fuerza y empeño son fundamentales para la esperanza.
Quiero expresar mi preocupación más profunda por la falta de seguridad que existe en el Campo Libertad. Y apoyar la reivindicación de los residentes de volver al campo Ashraf.
No puede haber excusas. Ni la tradición ni la profesión de una fe religiosa, ni la seguridad interior, ni los errores de otras naciones pueden avalar la discriminación de los seres humanos y la limitación de las libertades.
La democracia no tiene por qué ser un invento occidental. Es una exigencia de la condición humana.
Hay culturas distintas, religiones diversas, filosofías distintas, pero siempre hay que promover una conciencia sin dominación, ni exclusiones. La democracia plena no suele ser un camino fácil y a veces es largo y duro. La democracia es una forma política relativamente joven. Pocas naciones disfrutan de ella desde hace un siglo. E incluso en Europa occidental, este buen sistema de gobierno, existe en algunos países solo desde hace unas décadas. Pero tenemos razones para pensar que los ideales democráticos ya están prevaleciendo. Hace menos de medio siglo, los países democráticos eran minoría, hoy son mayoría. Hemos vivido la llegada de las libertades a Europa del Este. La consolidación de las democracias en Latinoamérica, y recientemente hemos asistido, a una forma de las transformaciones políticas y de democratizaciones en el mundo musulmán.
Países como Libia, Egipto, Túnez, y otros, buscan su propio destino, y su destino no puede ser otro que consolidar sus incipientes democracias. Tenemos que insistir, que la democracia incluye todas las ideas, todas las religiones, y todas las identidades, para vivir juntos, como iguales.
Si una religión o una ideología o una nacionalidad impone sus propias reglas acabara excluyendo a la democracia y haciendo que los derechos humanos sean impracticables. Y hay un ejemplo, muy significativo. La dominación y discriminación en contra de las mujeres es la peor expresión del absolutismo y aún hoy, millones de mujeres padecen una dominación intolerable. Nada justifica el sometimiento de las mujeres, ningún dios, ninguna fe, ninguna bandera, ¡nada! Nada justifica al sometimiento de las mujeres.
Por ello, en defensa de los derechos humanos y para la progreso de las democracias en oriente y en occidente, en el norte, y en el sur, tenemos que trabajar por las mujeres, o para ser más exactos, con las mujeres. No pueda ver primavera hasta que todas las mujeres tengan su parte en la historia. Por ello, el papel tan importante que las mujeres desempeñan en la oposición iraní es una señal de la fuerza de su movimiento y es muy alentador, felicidades señora Maryam Rajavi por llevar este movimiento.
Los Derechos Humanos, y la democracia crean sociedades más aptas para la paz, y la paz es la tarea. El siglo XXI debe aprender las lecciones del siglo XX. Trabajar por la paz, significa reducir el espacio del fanatismo, y el oriente próximo ¡necesita paz y no proyectos nucleares!
Necesitamos alianzas sólidas para que en países como Siria se ponga fin a la crueldad y al terror. Señoras y señores. Amigos y amigas, hay algunas certezas indudables: la fe en libertad, la dignidad de los seres humanos, los derechos fundamentales, nuestra igualdad básica, estas certezas son de todas las culturas, de todas las religiones, de todas las identidades, y trabajar por ellas es la mejor opción que tenemos. Porque la historia tiene todavía hacia nosotros una gran deuda: el triunfo de la libertad para la gran mayoría de los hombres y las mujeres de la tierra. Y existe un lugar, donde la deuda histórica de la libertad y de la democracia, está pendiente. La antigua tierra de Persia.
Muchas gracias, suerte, por la libertad por la democracia, y hasta la próxima.
Gracias